En todo siniestro, y sobre todo a la hora de analizar la cuantía de la indemnización, resulta indispensable llevar a cabo la evaluación del daño.
De este modo, entendemos por evaluación del daño la estimación del valor económico de la pérdida o quebranto sufrido por el asegurado en sus bienes o patrimonio, como consecuencia del acaecimiento del evento dañoso previsto en la póliza.